Santa Marta (Colombia) — Los encargados de formular políticas tal vez no tengan tiempo de revisar artículos científicos ni de examinar 30 000 muestras de datos sobre la salud de los océanos. Por ello científicos marinos que usan técnicas de base nuclear y expertos en comunicaciones de América Latina y el Caribe trabajaron codo con codo este mes para explicar las conclusiones científicas que se presentan a los encargados de formular políticas utilizando un lenguaje comprensible. El objetivo era concienciar, con el apoyo del OIEA, de las amenazas a que se enfrentan los océanos y ayudar a los encargados de adoptar decisiones de la región a tomar medidas de política basadas en pruebas.

Fuente: Laura Gil, Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), ver en https://www.iaea.org/es/newscenter/news/un-nuevo-modo-de-presentar-la-ciencia-nuclear-a-los-encargados-de-formular-politicas-cientificos-y-comunicadores-aunan-sus-fuerzas

En el taller, celebrado en Santa Marta (Colombia), más de 20 científicos marinos y expertos en comunicación trabajaron codo con codo para crear cinco productos de promoción fáciles de asimilar, en los que se explica la función de la ciencia nuclear en la monitorización del entorno marino. Juntos forman REMARCO, una red de ciencia y comunicación que conecta a 14 países de la región.

Es en este tipo de reuniones donde aprendemos cómo traducir nuestro lenguaje técnico a algo que se entienda fuera del mundo de la ciencia

Celeste Sánchez Noguera, Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad de Costa Rica

“Los informes científicos no siempre son fáciles de comprender, y los artículos científicos se publican en canales muy especializados, por lo cual muchos resultados pertinentes no llegan a los tomadores de decisiones”, dice Magali Zapata Cazier, Oficial de Administración de Programas del programa de cooperación técnica del OIEA. “El objetivo de este taller y de REMARCO es exactamente ese: ayudar a los científicos a comunicar sus resultados fuera del entorno científico, y de ese modo crear la conciencia necesaria para influir en la adopción de decisiones”.

La red se creó en 2016 para conectar a esos países, que se enfrentan a desafíos comunes en sus entornos marinos y costeros, tales como la contaminación marina, la acidificación de los océanos, la floración de algas nocivas y los microplásticos. Con el apoyo del programa de cooperación técnica del OIEA, científicos de la red utilizan técnicas de base nuclear para monitorizar esos fenómenos y formular propuestas adecuadas de rehabilitación o mitigación.

Durante el taller, expertos del Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá, el Uruguay y Venezuela crearon cuatro folletos ─uno para cada uno de esos temas─ y una hoja explicativa sobre REMARCO. La idea es ofrecer ese material a los encargados de adoptar decisiones en diversas conferencias y reuniones de alto nivel, como la XXII Reunión del Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, y publicar el material también en línea.

“Ha sido muy interesante trabajar con comunicadores, porque algo que parece obvio para nosotros los científicos no lo es para un lector general”, dice Celeste Sánchez Noguera, investigadora marina del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica.

Además del material impreso, los expertos han preparado una estrategia de comunicación a medio y largo plazo, una propuesta para producir un video y una serie de fichas nacionales para dar a conocer los problemas que afectan a cada uno de los países.

“Los entornos marinos son una fuente renovable de biodiversidad que contribuyen a la economía”, dice Francisco Arias, Director General del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR), donde se celebró el taller. “El conocimiento compartido que han generado nuestros científicos ayuda a mantener este recurso indispensable para Colombia y otros países costeros que también se ven afectados por esas amenazas”.

En total se ha capacitado a más de 300 científicos y técnicos en el uso de técnicas de base nuclear para medir la contaminación marina, la acidificación de los océanos, la floración de algas nocivas y los microplásticos por conducto del programa de cooperación técnica del OIEA. Gracias a equipo y técnicas suministrados por el OIEA, los científicos y técnicos que forman REMARCO han reunido hasta ahora casi 30 000 muestras de agua y organismos marinos y han publicado numerosos artículos científicos sobre las diversas amenazas a que se enfrentan los océanos.

REMARCO, una red para ayudar a formular políticas

Esos resultados se emplearán para abordar los grandes desafíos relacionados con los océanos, como por ejemplo, la acidificación de los océanos, que amenaza a organismos como los corales y los moluscos. La acidificación es una alteración de la composición química del agua del mar debida al aumento acelerado de dióxido de carbono (CO₂) en la atmósfera, provocado por la acción humana.

La floración de algas nocivas, o FAN, es un fenómeno natural causado por el crecimiento de determinadas microalgas que producen un efecto nocivo o tóxico, cuya frecuencia ha aumentado en los últimos años en todo el mundo. Afecta a los ecosistemas, a la economía de las zonas costeras, a la inocuidad de los recursos pesqueros y a la salud pública, y causa intoxicaciones graves e incluso la muerte.

El deterioro de la calidad del agua, los efectos perjudiciales en los recursos vivos, el peligro para la salud humana, la reducción de atractivos naturales y los obstáculos para las actividades económicas son algunas de las consecuencias de la contaminación costera y marina. Esa contaminación es producto de la actividad humana que introduce en el mar sustancias, como aguas residuales domésticas e industriales, y energía, como el calor, la luz y el ruido.

Finalmente, los microplásticos son uno de los contaminantes más preocupantes, complejos y cuya detección y tratamiento plantea más dificultades. Son partículas plásticas de menos de cinco milímetros que llegan hasta los océanos. Se producen debido a la fragmentación o la fabricación directa de materiales para uso industrial y doméstico, y pueden afectar a las funciones de los ecosistemas.

Científicos de REMARCO investigan estos fenómenos emergentes utilizando técnicas convencionales y de base nuclear y producen e intercambian conocimientos valiosos destinados a contribuir al desarrollo de políticas públicas. Esas políticas consisten en medidas de mitigación y rehabilitación que protegen los ecosistemas, y en la monitorización constante del estado del medio ambiente.

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