Toma de muestra de sedimento marino en el Gran Caribe. Fotografía: ICML-UNANM

21 de marzo, 2024

Por: Denisse Flores, ICML-UNAM, punto focal de comunicación México

En un estudio comparativo en el que se analizaron núcleos de sedimentos de 11 países de la región del Gran Caribe, se documentaron altas concentraciones de mercurio (Hg) en zonas costeras de Cuba, Haití y Colombia, lo que representa un riesgo ecológico que puede, además, perjudicar la salud humana.

Realizado por investigadores pertenecientes a la Red de Investigación de Estresores Marinos–Costeros en Latinoamérica y el Caribe (REMARCO) en el marco del proyecto de cooperación RLA7012 (2007-2012) del OrganismoInternacional de Energía Atómica (OIEA), los núcleos de sedimentos fueron fechados con plomo-210 para reconstruir tendencias de contaminación a largo plazo en zonas costeras en esta región, mediante el uso de una metodología estandarizada.

Sus hallazgos revelaron que zonas como la bahía de La Habana y el estuario de Sagua la Grande (Cuba), la bahía de Puerto Príncipe (Haití) y la bahía de Cartagena (Colombia) muestran un enriquecimiento de este elemento tóxico de moderado a muy severo, colocándolos como puntos críticos de la región.

Núcleos de sedimentos recoletados. Fotografía: ICML-UNANM

Las causas de estas concentraciones pueden deberse a diversos factores, como la próximidad a grandes ciudades que generan gran cantidad de residuos, cuencas hidrográficas afectadas por altas tasas de erosión, así como una historia de contaminación asociada con plantas de cloro álcali (cloruro de sodio). El estudio resalta que en los registros sedimentarios del estuario del río Sagua la Grande (Cuba) y la bahía de Cartagena (Colombia) mostraron una reducción sustancial en las concentraciones de mercurio después del cierre de las plantas de cloro-álcali que se ubicaban en las inmediaciones de ambos sitios de estudio, lo que destaca la importancia de tomar medidas para proteger el ambiente costero, salvaguardar la integridad natural, garantizar la conservación a largo plazo y el uso sostenible de los recursos costeros.

Las concentraciones intermedias de Hg en México, Panamá, y Venezuela fueron similares a las reportadas para sitios costeros ligeramente contaminados en otras partes del mundo, mientras que las concentraciones más bajas de mercurio se encontraron en Nicaragua, República Dominicana, Honduras, Guatemala y el Golfo de Batabanó en Cuba.

Actividades de muestreo en el Gran Caribe. Fotografía: ICML-UNANM

“Dado el relevante papel de los recursos costeros en la economía de los países de la región del Gran Caribe, nuestros resultados apoyan firmemente la urgente necesidad de abordar de forma integral  y vigilar de manera continua los flujos de mercurio al medio ambiente a a lo largo de todo su ciclo vital, para garantizar la salud de la población que depende del consumo de organismos marinos”, se afirma en el artículo publicado en la revista científica Science of the Total Environment.

La Dra. Carolina Ruiz-Fernández, una de las investigadoras a cargo del estudio, hizo énfasis en que, debido a los niveles de concentración de Hg detectados en los núcleos de la bahía de Kingston (Jamaica), la bahía Almirante (Panamá), el golfo de Cariaco (Venezuela) y el estuario del río Coatzacoalcos (México), los sedimentos de estos ecosistemas pueden ser considerados tóxicos y podrían esperarse efectos adversos ocasionales a la biota bentónica.

Los resultados del estudio son una contribución importante ante los escasos datos regionales sobre contaminantes en la región del Gran Caribe, que son fundamentales para proporcionar información de referencia que apoye la evaluación de la eficacia del Convenio de Minamata sobre el Mercurio (CMM), que entró en vigor el 15 de agosto de 2017, y cuyo objetivo es «proteger la salud humana y el medio ambiente frente a las emisiones y liberaciones antropogénicas de mercurio y compuestos de mercurio«.

Las sólidas capacidades técnicas desarrolladas en REMARCO, con el apoyo del OIEA, permitirán continuar con la labor de evaluación retrospectiva de la contaminación por mercurio en América Latina y el Caribe, a través del nuevo proyecto regional RLA7028, con lo cual esperamos contribuir al éxito del Convenio de Minamata”, subrayó el Dr. Carlos Alonso-Hernández, oficial técnico del proyecto.

Por otro lado, el M.Sc. Yoelvis Bolaños Álvarez, investigador de CEAC-Cuba, resaltó la importancia de que las autoridades ambientales ejecuten acciones de manejo para el mejoramiento de las condiciones ambientales en los sitios identificados como puntos críticos en la región. Resaltó la necesidad de que futuras investigaciones amplien la cobertura espacial y temporal, incluyendo el metilmercurio en sedimentos, agua y organismos en áreas toxicológicamente relevantes en la region de Latinoamérica y del Caribe.

Enlace al artículo: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38316296/

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