• Las floraciones algales nocivas es uno de los estresores de estudio de REMARCO.
  • Chile es uno de los países que lideran el estudio de esos fenómenos.

06 de octubre de 2020

Por: Daniel Carrasco, LABTOX-UCHILE

Las Floraciones Algales Nocivas (o FAN), denominadas comúnmente «mareas rojas», son fenómenos naturales provocados por el incremento numérico de algunas microalgas en el agua, que pueden producir algún tipo de daño en la salud de las personas, en el ecosistema marino y pérdidas económicas e impactos sociales en las comunidades costeras.

Las microalgas (fitoplancton) son la base de la cadena trófica en el mar, y son el alimento de muchas especies de mariscos. Algunas de estas especies producen toxinas en su metabolismo. De esta forma, cuando ocurre una floración de estas especies, éstas pueden provocar intoxicaciones en las personas o animales que consuman los mariscos contaminados.

En algunos casos las FAN pueden decolorar el agua en distintos colores; café, verde, rojo, e incluso ser bioluminiscentes. Sin embargo, no siempre se puede observar este fenómeno, y en muchos casos, extensas floraciones algales no provocan ningún cambio en la coloración del agua.

Las intoxicaciones por consumo de mariscos contaminados con toxinas marinas son consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETA)”, las que son de notificación obligatoria por parte de los Servicios de Salud, debido a las graves consecuencias de éstas en la salud pública.  A nivel mundial, la contaminación por toxinas marinas en mariscos es actualmente un problema en expansión, por lo tanto, implementar o fortalecer los programas de monitoreo de estos eventos se convierte en una necesidad en los distintos países afectados por éstos.

En Chile, la legislación sanitaria ha regulado tres tipos de intoxicaciones alimentarias producidas por el consumo de mariscos contaminados con estas toxinas que se presentan en el país:  

El Veneno Paralizante de los Mariscos (VPM) o Saxitoxinas, son un grupo de toxinas que provocan el bloqueo de los canales de sodio a nivel celular, lo que se traduce en una parálisis muscular, que puede llevar a la muerte por parálisis respiratoria, compromiso cardiaco y del sistema nervioso central en los seres humanos y animales.

El Veneno Amnésico de los Mariscos (VAM) o Ácido Domoico es una toxina que puede causar la pérdida temporal o permanente de la memoria (amnesia) y síntomas gastrointestinales en los seres humanos y animales.

Biotoxinas Lipofílicas de los Mariscos o Toxinas lipofílicas, son un grupo de toxinas que pueden provocar diarreas en los seres humanos que consumen mariscos contaminados.

Su importancia en Chile

Un componente importante dentro del patrimonio cultural chileno es la relación que existe entre las comunidades y el mar. Sus tradiciones, creencias, gastronomía y subsistencia se basan, de manera ancestral, en la relación que existe entre los recursos marinos y el desarrollo de las comunidades costeras. En este sentido, los efectos de las toxinas marinas ponen en riesgo el patrimonio cultural y natural de las comunidades costeras.

«La marisca«, tradición de las comunidades costeras de recolectar mariscos en zona intermareal. (Fotografía: Víctor Contreras S.)

Si bien distintos escritos y relatos históricos mencionan la observación de estos fenómenos en el mar de Chile desde siglos atrás, es hasta el año 1972 en la Región de Magallanes (extremo sur del país), que se identificaron los primeros casos de intoxicación de personas por consumo de mariscos contaminados con toxinas del tipo paralizante.

Con el transcurso de los años, este fenómeno natural se fue expandiendo hacia el norte del país y a la fecha, se han observado brotes capaces de cubrir cientos de kilómetros de costa, generando no sólo intoxicaciones alimentarias, sino también impactos ambientales, económicos y sociales, debido a que una parte importante de la economía nacional se sustenta en la extracción y el cultivo de mariscos, los que tienen como destino el mercado nacional e internacional.  

Por tal razón, existe una red de laboratorios e instituciones público y privadas que trabajan en el monitoreo de estos fenómenos, consolidando distintos tipos de programas de vigilancia: el Programa Nacional de Marea Roja, dependiente del Ministerio de Salud; el Programa de Monitoreo de Marea Roja del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP); y el Programa de Sanidad de Moluscos Bivalvos (PSMB), dependiente del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). La información generada en estos programas permite a las autoridades chilenas tomar decisiones sanitarias de forma oportuna.

Chile es el sexto exportador mundial de productos pesqueros, industria que a la vez es una fuente de trabajo e ingresos de miles de familias, las que se relacionan directa o indirectamente con la industria. Por tal razón, desde el año 1995 el Programa de Sanidad de Moluscos Bivalvos (PSMB), dependiente de Sernapesca, mantiene un sistema de vigilancia en las áreas de extracción y centros de cultivos, cuyos productos están destinados a la exportación principalmente. Este programa contempla el monitoreo mensual de recursos para la determinación de diversos agentes microbiológicos, un monitoreo semestral para determinación de agentes químicos como metales pesados y otro semanal, para la determinación de biotoxinas marinas y análisis del fitoplancton. Tanto los ensayos como los muestreos son delegados en laboratorios y entidades de muestreos autorizados y acreditados bajo normas ISO/IEC 17025:2017 e ISO/IEC 17020 respectivamente, los que además, deben cumplir con los requisitos propios del Programa y de la Autoridad Chilena. De esta forma, el Programa conforma un sistema trazable que dispone de resultados validados y que cumplen con las exigencias y normativas internacionales.

Siembra de mejillones en centro de cultivo en Chiloé, Región de Los Lagos. (Fotografía: Daniel Carrasco P.)

Respuesta a la problemática de FAN

El Laboratorio de Toxinas Marinas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile (LABTOX-UCHILE), uno de los laboratorios que componen REMARCO, participa como Laboratorio de Verificación Oficial de Toxinas Marinas en el PSMB de Sernapesca y, a su vez, es reconocido como Laboratorio Bromatológico de Salud Pública por el Ministerio de Salud. El Laboratorio posee una sede en la Ciudad de Santiago, región Metropolitana, y otra en la Ciudad de Castro en la Región de Los Lagos y realiza aproximadamente 8000 ensayos toxicológicos oficiales al año.

Sala Intrumental LABTOX-UCHILE sede Castro. (Fotografía: Daniel Carrasco P)

Desde el año 2009, LABTOX-UCHILE dispone y mantiene, para la gestión del PSMB, la plataforma informática “mr-SAT” (Sistema de Alertas Tempranas en Mareas Rojas), que permite que las entidades de muestreo y de análisis informen los resultados de los muestreos y de los ensayos en tiempo real. De esta forma, Sernapesca recibe toda la información necesaria para adoptar las medidas sanitarias de forma oportuna.

A lo largo del país existen 142 estaciones de monitoreo dispuestas en 114 áreas de extracción, las que en su mayoría corresponden a centros de cultivos de Mitílidos, y 22 a bancos naturales, principalmente de recursos bentónicos. La mayoría de estas áreas se encuentran en la Región de Los Lagos al sur del país (41 y 43° latitud sur), región que concentra el 95 % de la producción nacional de mariscos. Esta zona se caracteriza por sus fiordos y canales que circundan una gran cantidad de islas, en las que destaca la isla grande de Chiloé. Estas características geográficas generan condiciones propicias para el desarrollo de la acuicultura, lo que ha permitido el auge de la industria mitilicultora (producción de mejillones) en esta zona, convirtiendo a Chile en uno de los principales productores de este recurso en el mundo. Esta industria coexiste con la extracción en manos de pescadores artesanales de variados recursos bentónicos, que sustenta el comercio local y a las comunidades costeras.

Estaciones de monitoreo PSMB. Región de Los Lagos. (Fuente: LABTOX-UCHILE)

Durante estos años, el PSMB ha sido exitoso y eficiente en cuanto a asegurar la inocuidad de los recursos marinos del país y ha permitido generar información relevante para la toma de decisiones sanitarias locales, resguardando no sólo a la industria acuícola, sino que ha tenido un rol muy importante en proteger la salud pública y ha propiciado el desarrollo de las capacidades técnicas para la comprensión de estos fenómenos en el país.

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